El presidente Donald Trump anunció el 4 de mayo de 2025 la imposición de un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos que ingresen al país. Según su declaración en Truth Social, esta medida busca proteger la industria cinematográfica estadounidense, que, según él, «está muriendo rápidamente» debido a incentivos ofrecidos por otros países que atraen a cineastas y estudios estadounidenses al extranjero. Trump argumentó que esta práctica representa una amenaza económica y de seguridad nacional, calificando las producciones extranjeras como «propaganda».
La medida, que autoriza al Departamento de Comercio y al Representante Comercial de EE. UU. a iniciar su implementación de inmediato, ha generado controversia. Podría encarecer significativamente la distribución de películas extranjeras en EE. UU., afectando a distribuidoras, plataformas de streaming y festivales de cine. Además, plantea interrogantes sobre su impacto en acuerdos comerciales como el T-MEC y posibles represalias de otros países. No se han aclarado detalles sobre cómo se aplicará el arancel, especialmente considerando que las películas, como propiedad intelectual, no suelen estar sujetas a aranceles tradicionales.
