Por Carlos Avendaño.
Guasave: un gobierno titiritero que se ahoga en su propia “pus”. Casi toda la gente en Guasave anda con el buche lleno de piedritas, aguantando, tragando saliva, reventando por dentro de hartazgo y de decepción. Porque lo que hay en el Ayuntamiento no es un gobierno… es una mala broma. La presidenta municipal, Cecilia Ramírez Montoya, ha demostrado con creces que ni los títulos académicos ni las buenas intenciones bastan para gobernar. La falta de liderazgo es brutal. El vacío de autoridad es evidente. Y lo peor: no manda ella. La manejan. La controlan. La describen. La usan. Cecy Ramírez no es más que una marioneta política colocada a modo, con hilos que se mueven desde fuera del palacio. Solo basta con escucharla hablar: parece sacada de una comedia de situación de mal gusto. “Como dice una cosa, dice otra”, y en el inter, la ciudad se desmorona. Los guasavenses no son tontos: ven cómo se reciclan los mismos de siempre, funcionarios con mañas caducas y ambiciones eternas, que sobreviven del presupuesto como garrapatas del erario. Se llenan la boca presumiendo maestrías y doctorados, pero en los hechos, no les da ni para administrar una papelería. La curva de aprendizaje está saliendo carísima al pueblo, que paga con calles intransitables, servicios colapsados y una administración que navega en la mediocridad absoluta. Aquí no hay visión, no hay proyecto, no hay rumbo. Hay omisiones, simulaciones y complicidades. Y lo peor de todo: hay corrupción. Una corrupción rampante que supura como pus desde cada oficina del H. Ayuntamiento. Mientras tanto, Cecy Ramírez se dedica a minimizar todo. A negar. A justificar. A callar. Pero la gente ya no se traga el cuento. El pueblo ya no compra excusas. El pueblo ya se hartó. Y aunque aquí “lo que sí pasa es que no pasa nada”, la cuenta se acumula. Y Guasave no olvida. ¿Qué pecado cometieron los guasavenses para merecer esto? Solo Dios lo sabe. Que los ampare…
El “flamante” alcalde de Mocorito se lava las manos… como Poncio Pilatos. El Profe Enrique Parra Melesio, actual presidente municipal del pueblo mágico de Mocorito, solicitó un préstamo de 10 millones de pesos para intentar apagar varios fuegos que arden desde hace tiempo: pagos al IMSS, sueldos atrasados a trabajadores, deudas con proveedores y muchos más. Y lo peor no fue la solicitud. Lo peor fue su declaración: “Nunca me imaginé que las finanzas estuvieran tan quebradas”. ¡Háganme el favor! ¿Cómo que no sabía? ¿Acaso se le olvidó que fue el Síndico Procurador de la administración pasada? ¿No se supone que esa figura está encargada de velar -justamente- por la legalidad, el control y la transparencia de los recursos públicos? ¿Entonces qué estaba haciendo? ¿Calentando la silla? La incredulidad fue generalizada. Nadie podía creer la cara dura con la que Parra Melesio se desmarcó de una responsabilidad que le correspondía de manera directa. Porque si no lo sabía, es un inútil, y si sabía, es un cínico. Así de claro. Pero no nos hagamos ilusiones: su nivel de improvisación, ineptitud y desinterés por los temas que sí importan, han sido más que evidentes desde el primer día. Va casi el 20% de su gobierno, y lo único que ha demostrado, es que no tiene ni rumbo ni vergüenza. ¿Qué sigue? ¿Culpar a la Virgen de Guadalupe por la falta de luminarias o a Benito Juárez por las calles llenas de baches? La situación en Mocorito es crítica y quienes deberían defenderlo, lo están rematando. Mientras tanto, el pueblo mágico se desmorona entre deudas, abandono, simulación y discursos huecos. ¡Que Dios agarre confesado al pobre municipio… porque con este alcalde, no hay futuro posible!…
El todavía gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, asistió la semana pasada por una invitación del cónsul gringo en Hermosillo, Mister Tim Stater, para celebrar -adelantadamente!- el 249 aniversario de la independencia de los Estados Unidos. Claro que la fecha oficial es el 4 de julio, pero ya sabemos cómo les encanta a los gringos festejar por adelantado para marcar territorio. Rocha Moya, se refirió al evento como un compromiso diplomático y agradeció la invitación. ¡Qué diplomático salió! Pero, estimado lector, tú y yo sabemos que en política nada es gratis, y aquí hay mucho más que una copa de vino y un apretón de manos. Porque mientras Rocha Moya sonríe para la foto y presume sus dotes diplomáticas, no olvidemos que en los Estados Unidos se está investigando a varios políticos mexicanos por sus posibles nexos con algunos narcotraficantes. Y aquí vienen las preguntas que tú ciudadano te tienes que hacer: ¿Realmente Rocha Moya está eximido de toda investigación gringa? ¿Se puede confiar en la “diplomacia” cuando sabemos que en los Estados Unidos no dudan en aplicar la ley cuando se trata de narcopolítica? ¿Por qué Rocha Moya prefiere andar de diplomático que rendir cuentas en su propio estado? ¡Aquí no nos vamos a tragar el cuento del diplomático bonachón! ¡No perdamos de vista al gobernador! Porque una cosa es la diplomacia, y otra cosa muy diferente, es la aplicación de la ley. ¿Usted qué opina? ¿Nos estamos dejando engañar? ¿O de verdad cree que Rocha Moya no tiene nada que temer? Salvo su mejor opinión, estimado lector…
Una vez electos los síndicos en el municipio de Angostura, llega la hora de pasar de las urnas al trabajo. Importante señalar que mientras en Alhuey solo se registró un candidato, en otras sindicaturas hubo hasta siete aspirantes, lo que evidencia un alto nivel de participación ciudadana. Además, de las ocho sindicaturas, dos fueron encabezadas por mujeres, un avance significativo en la representación de género. El alcalde, Alberto “El Capy” Rivera, dejó muy en claro que, una vez concluidas las elecciones, lo importante es sumar esfuerzos y trabajar unidos por el bien común de Angostura. Reiteró que los síndicos contarán con el respaldo del Ayuntamiento para gestionar recursos y apoyos necesarios. Los síndicos electos son: Sabas Espinoza Inzunza (Chinitos), Alder Fidel Toloza Rubio (Palmitas), Rito Cervantes Rivera (Gato de Lara), Porfirio López López (Costa Azul), Germán Castro Sotelo (La Reforma), Magda Alicia Urías Escalante (La Ilama), Cecilia Guadalupe Elizalde Angulo (Alhuey) e Isidro Contreras Lara (Campo Plata). Ahora sí señores, a trabajar en equipo y gestionar en las instancias correspondientes lo que cada sindicatura requiera. Sin duda, el alcalde Alberto “El Capy” Rivera estará presente en cada gestión que se necesite y en el respaldo que se requiera para fortalecer a cada comunidad de Angostura…
Sin Redundar y diciendo las cosas tal y como son. Suyos los comentarios estimados lectores…
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