RRC/ Washington: La disputa entre Elon Musk y Donald Trump ha escalado tras las declaraciones de Trump en Truth Social, donde amenazó con cancelar los contratos gubernamentales de Musk, afirmando que sería una forma de ahorrar «billones de dólares» al presupuesto. En respuesta, Musk anunció en X que SpaceX comenzaría a desmantelar «inmediatamente» su nave Dragon, esencial para las misiones de la NASA al transportar astronautas y suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Sin embargo, Musk luego contradijo su declaración inicial, indicando en una publicación posterior en X que no desmantelaría la nave Dragon tras recibir recomendaciones al respecto. Este cambio de postura ocurrió en cuestión de horas, lo que refleja la volatilidad de la situación.
La nave Dragon es la única cápsula estadounidense certificada para llevar tripulación a la EEI, bajo un contrato con la NASA valorado en aproximadamente 5 mil millones de dólares. Desde 2020, ha sido crucial para las operaciones de la EEI, especialmente tras los problemas técnicos del Starliner de Boeing. Si Musk cumpliera con su amenaza inicial, podría interrumpir significativamente el programa de la EEI, dejando a Rusia como la única alternativa para transportar astronautas con su nave Soyuz.
La pelea comenzó cuando Musk criticó un proyecto de ley fiscal impulsado por Trump, lo que llevó a un intercambio de ataques personales y amenazas. Trump ha sugerido terminar con los subsidios y contratos de Musk, que incluyen más de 20 mil millones de dólares en acuerdos con la NASA y el Departamento de Defensa desde 2008. Por su parte, Musk intensificó el conflicto al respaldar un llamado a la destitución de Trump y sugerir que JD Vance lo reemplace.
El impacto de esta disputa podría ser profundo. Sin Dragon, la NASA enfrentaría serios desafíos para mantener sus operaciones en la EEI, y los programas espaciales estadounidenses, incluyendo misiones lunares y de defensa, podrían retrasarse. Algunos especulan que esto podría abrir oportunidades para competidores como Boeing, aunque el Starliner aún no está listo para misiones regulares debido a problemas técnicos.
La situación sigue siendo incierta, ya que las declaraciones de Musk y Trump parecen impulsadas por emociones del momento, y no está claro hasta dónde llegarán las represalias.
