RRC/México: Los indicadores clave que señalan una desaceleración en la economía mexicana para 2025 incluyen varios elementos destacados por analistas y reportes recientes:
- Crecimiento del PIB: Pronósticos ajustados a la baja indican un crecimiento del PIB de apenas 0.1% a 0.6% para 2025, según el Banco de México y analistas privados, frente a estimaciones previas más optimistas de 1.2% o superiores. Esto refleja una economía en estancamiento, con un crecimiento trimestral de solo 0.2% en el primer trimestre de 2025, tras una contracción de 0.6% en el cuarto trimestre de 2024.
- Consumo privado: Representando cerca del 70% del PIB, el consumo privado muestra una tendencia a la baja, con retrocesos de 0.2% en marzo y 0.1% en abril de 2025. Esta debilidad se atribuye a la desaceleración del empleo formal (solo 179,000 nuevos puestos en el primer trimestre) y la erosión del poder adquisitivo por la inflación, especialmente en alimentos.
- Inversión productiva: La inversión fija bruta cayó 4.7% anual en marzo de 2025, con retrocesos significativos en maquinaria y equipo (-7.5%) y en el sector de la construcción. La incertidumbre por políticas comerciales de EE.UU., como los aranceles del 25% propuestos por Trump, y reformas internas, como la judicial, han frenado las decisiones de inversión.
- Indicadores cíclicos: El Indicador Coincidente del INEGI, que refleja el ciclo económico, lleva 18 meses consecutivos a la baja, situándose por debajo de la tendencia de largo plazo desde agosto de 2023. El Indicador Adelantado, que anticipa cambios, reporta 12 meses de retrocesos hasta abril de 2025, señalando una fase recesiva.
- Actividad industrial: Las actividades secundarias (industria y manufactura) se contrajeron 0.3% trimestral y 1.4% anual en el primer trimestre de 2025, afectadas por el proteccionismo comercial de EE.UU. y la caída en la demanda externa.
- Inflación y política monetaria: Aunque la inflación general bajó a 3.69% en 2025, sigue por encima del objetivo del Banco de México (3%). Los precios de alimentos y energía mantienen presión, y el tipo de cambio se depreció, proyectándose en 20.1 pesos por dólar para 2025. El Banco de México redujo su tasa de referencia a 8.5%, buscando estimular la economía, pero la incertidumbre persiste.
- Factores externos: La amenaza de aranceles del 25% de EE.UU., la desaceleración de su economía y la revisión del TMEC en 2025 generan incertidumbre, afectando exportaciones (30% del PIB) y remesas.
- Empleo formal y gasto público: La creación de empleo formal es insuficiente, con una pérdida de 405,000 puestos en diciembre de 2024. La consolidación fiscal, con recortes al gasto público para reducir el déficit de 5.9% a 3.9% del PIB, limita el estímulo económico.
Estos indicadores, combinados con la incertidumbre política interna (como la reforma judicial) y externa (políticas comerciales de EE.UU.), sugieren un panorama económico frágil, con riesgos de recesión moderada en 2025, aunque no se ha confirmado una recesión técnica.
