RRC/México: El crecimiento reciente de la Inversión Extranjera Directa (IED) en México, que alcanzó un récord histórico de 21,400 millones de dólares en el primer trimestre de 2025, se debe a varios factores clave:
- Ubicación geográfica estratégica: La proximidad de México a Estados Unidos, junto con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), facilita el acceso a mercados clave y fomenta el comercio, haciendo de México un destino atractivo para empresas que buscan optimizar sus cadenas de suministro.
- Nearshoring: La relocalización de operaciones de empresas extranjeras, especialmente de Estados Unidos y Asia, ha impulsado la IED. México ofrece costos laborales competitivos y un entorno favorable para establecer operaciones cercanas a mercados objetivo, lo que mejora la eficiencia en las cadenas de suministro.
- Estabilidad económica y confianza de inversionistas: A pesar de un entorno global incierto, México ha mantenido estabilidad económica, lo que se refleja en la reinversión récord de utilidades por parte de empresas extranjeras. Esta confianza se ve reforzada por un ambiente de negocios favorable.
- Infraestructura y sectores clave: La inversión se ha concentrado en sectores como manufactura (especialmente equipo de transporte, bebidas, y químicos), logística, y servicios financieros. La infraestructura existente y los incentivos para sectores como semiconductores y electromovilidad también han atraído capital.
- Bono demográfico y participación laboral femenina: México cuenta con una alta proporción de población en edad laboral, lo que representa un mercado interno atractivo. Además, el aumento de la participación femenina en el mercado laboral (de 37% hace 15 años a 41.3% actualmente) incrementa el poder adquisitivo, incentivando inversiones dirigidas al consumo interno.
- Percepción de riesgo favorable: Comparado con otros países, México presenta un riesgo menor para los inversionistas globales, lo que lo hace competitivo frente a otras economías emergentes.
- Acuerdos comerciales y políticas de atracción: México es miembro de la OCDE, el G20 y la Alianza del Pacífico, y ha firmado múltiples acuerdos bilaterales que promueven la IED. Además, iniciativas como las Zonas Económicas Especiales y políticas de incentivos fiscales han facilitado la llegada de capital extranjero.
- Transición energética: La apuesta por energías renovables y la capacidad instalada de México en este sector lo convierten en un destino atractivo para inversiones relacionadas con la sostenibilidad y la transferencia tecnológica.
A pesar de estos factores, existen retos como la inseguridad, la corrupción, y la necesidad de mejorar la infraestructura y capacitar a la mano de obra para maximizar el impacto del nearshoring. Sin embargo, la combinación de estos elementos ha posicionado a México como el segundo receptor de IED en América Latina en 2022, con un 17% del total regional, y las proyecciones indican que esta tendencia continuará.
