El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó formalmente a Pedro Inzunza Noriega, alias «Sagitario», y a su hijo, Pedro Inzunza Coronel, alias «Pichón», de narcoterrorismo y apoyo material al terrorismo. Ambos son señalados como líderes de la facción Beltrán Leyva, vinculada al Cártel de Sinaloa, y responsables de traficar toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo hacia EE. UU. Esta es la primera vez que se presentan cargos por narcoterrorismo contra operadores mexicanos, tras la designación de cárteles como organizaciones terroristas por parte del presidente Donald Trump.
La acusación, presentada en la Corte Federal de San Diego, California, el 10 de mayo de 2025, destaca que los Inzunza lideran una de las redes de producción de fentanilo más grandes y sofisticadas del mundo. El 3 de diciembre de 2024, autoridades mexicanas decomisaron más de 1.6 toneladas de fentanilo en Sinaloa, en inmuebles controlados por ellos, considerada la mayor incautación de esta droga a nivel mundial. También se les acusa de lavado de dinero y operaciones en países como Colombia, Costa Rica y México.
Otros cinco operadores de los Beltrán Leyva fueron acusados: David Alejandro Heredia Velázquez (supervisor de tráfico de cocaína y lavado de dinero), Óscar René González Menéndez (trasiego de drogas desde Guatemala), Elías Alberto Quirós Benavides (lavado de dinero en Costa Rica), Daniel Eduardo Bojórquez (coordinador de distribución en EE. UU.) y Javier Alonso Vázquez Sánchez.
Los cargos incluyen penas de hasta cadena perpetua y multas de hasta 20 millones de dólares. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) ya había sancionado a Inzunza Noriega en diciembre de 2023 por tráfico de drogas.
