¿Que paso con la guerra contra el huachicol en México?

La «guerra contra el huachicol» en México, iniciada en diciembre de 2018 por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), buscaba combatir el robo y venta ilegal de combustibles, un delito que generaba pérdidas millonarias a Petróleos Mexicanos (Pemex) y estaba vinculado al crimen organizado. A continuación, les resumo el desarrollo, logros, críticas y situación actual de esta estrategia, basada en información disponible hasta abril de 2025:

Contexto inicial

  • Magnitud del problema: En 2018, el robo de combustible alcanzaba los 60,000-80,000 millones de pesos anuales, con un promedio de 56,000 barriles diarios extraídos ilegalmente. Se identificaron tomas clandestinas (hasta 14,910 en 2018) y colusión interna en Pemex, así como participación de grupos criminales.
  • Estrategia: El gobierno implementó el Plan Conjunto contra el Robo de Hidrocarburos, que incluyó:
  • Cierre temporal de ductos para evitar extracciones.
  • Transporte de combustible en pipas (camiones cisterna).
  • Despliegue de miles de elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional para vigilar ductos e instalaciones de Pemex.
  • Investigaciones financieras para congelar cuentas vinculadas al huachicol y combatir el lavado de dinero.
  • Auditorías a gasolineras para detectar ventas de combustible robado.

Logros reportados

  • Reducción inicial del robo: En 2019, el gobierno afirmó haber reducido el robo de combustible en un 91%, pasando de 56,000 barriles diarios en 2018 a 5,000 en 2019. Para 2020-2021, se reportaron niveles de 2,000-5,000 barriles diarios.
  • Ahorros económicos: Entre 2018 y 2022, el gobierno calculó ahorros de 197,292 millones de pesos (unos 165 millones diarios) por la disminución del huachicol.
  • Acciones judiciales: Se congelaron 226 cuentas con 925 millones de pesos y 738,000 dólares, se vinculó a proceso a 175 personas y se aseguraron 7.8 millones de litros de combustible robado.
  • Disminución de tomas clandestinas: Aunque el número de tomas ilegales bajó de 14,910 en 2018 a 10,571 en 2020, hubo un repunte a 11,037 en 2021.

Desafíos y críticas

  • Desabasto de combustible: El cierre de ductos en 2019 provocó una crisis de suministro en estados como Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco y Michoacán, con largas filas en gasolineras y pérdidas económicas estimadas en 1,250 millones de pesos en una semana.
  • Tragedias: El 18 de enero de 2019, una explosión en un ducto en Tlahuelilpan, Hidalgo, dejó 137 muertos y decenas de heridos, evidenciando la peligrosidad del huachicol y la participación de civiles en el robo.
  • Persistencia del problema: A pesar de los logros iniciales, el robo de combustible no se erradicó:
  • En 2022, el volumen robado aumentó a 6.1 mil barriles diarios, y en 2023 se mantuvo en 5.2 mil barriles diarios, con pérdidas de 5,700 millones de pesos.
  • El robo de gas licuado de petróleo (GLP) creció 126% entre 2021 y 2022, con 2,402 tomas clandestinas en 2021.
  • Estados como Hidalgo, Puebla, Estado de México, Tamaulipas y Veracruz siguen siendo focos rojos.
  • Colusión y corrupción: La participación de funcionarios, exfuncionarios de Pemex y políticos en redes de huachicol ha sido un obstáculo. Casos como el de un exsenador de Morena vinculado a un predio con combustible ilegal en 2025 destacan la complejidad del problema.
  • Impacto social y violencia: El huachicol ha generado violencia en regiones como el «Triángulo Rojo» (Puebla, Hidalgo, Veracruz), con enfrentamientos, homicidios y desapariciones ligados a disputas entre grupos criminales. Una explosión en Puebla en 2021 dejó un muerto y daños a 200 viviendas.
  • Estrategia insuficiente: Críticos señalan que el enfoque militarizado y el uso de pipas no son sostenibles a largo plazo. La falta de alternativas económicas para comunidades involucradas en el huachicol y la impunidad (debido a recortes en el presupuesto de la fiscalía) han limitado el impacto.

Situación reciente (hasta abril 2025)

  • Estancamiento: Reportes de 2021-2023 indican que México alcanzó un «tope» en la lucha contra el huachicol, con pérdidas estabilizadas pero no eliminadas (174.9 millones de pesos de enero a julio de 2021).
  • Nuevos operativos: En 2025, la Guardia Nacional reportó decomisos significativos, como 65,000 litros de combustible ilegal en Zacatecas en abril.
  • Narrativas encontradas: Mientras el gobierno reivindica avances, críticos y medios, como El Universal, denuncian que el huachicol se ha triplicado y que el 33% de la gasolina en el país está adulterada, beneficiando a redes criminales y afectando a consumidores.
  • Cambio en el enfoque del crimen: Los grupos criminales han diversificado sus actividades, pasando del robo de gasolina al de gas LP y otros negocios lícitos como el aguacate o la tala ilegal, lo que complica la estrategia gubernamental.

Perspectivas críticas

  • Éxito parcial: La estrategia logró reducir significativamente el robo de combustible en 2019-2020, pero no lo erradicó. La dependencia de medidas militares y la falta de políticas socioeconómicas para desincentivar la participación de comunidades en el huachicol han limitado los resultados.
  • Costo político: La narrativa oficial de «victoria» choca con tragedias como Tlahuelilpan y el desabasto, lo que ha generado escepticismo. Publicaciones en X reflejan percepciones de que el gobierno exageró los logros o incluso permitió el crecimiento del huachicol para fines políticos, aunque estas afirmaciones carecen de evidencia concluyente.
  • Problema estructural: El huachicol no es solo un delito, sino un fenómeno socioeconómico ligado a la pobreza, la corrupción y la debilidad institucional. Sin abordar estas causas, el problema persiste.

Conclusión

La guerra contra el huachicol tuvo un impacto inicial notable, reduciendo el robo de combustible y generando ahorros para Pemex. Sin embargo, el problema no se ha eliminado, y el aumento en el robo de gas LP, la persistencia de tomas clandestinas y la violencia asociada muestran que la estrategia no ha sido suficiente. La colusión interna en Pemex, la falta de alternativas económicas para comunidades y la diversificación del crimen organizado son desafíos pendientes. Aunque operativos recientes muestran esfuerzos continuos, el huachicol sigue siendo una asignatura pendiente, con críticas que cuestionan la efectividad y transparencia del gobierno en este frente.

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