El féretro del papa Francisco fue sellado el viernes 25 de abril de 2025 en una ceremonia solemne y privada en la Basílica de San Pedro, tras finalizar la capilla ardiente que recibió a unos 250,000 fieles durante tres días. La ceremonia, presidida por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, comenzó a las 20:00 horas en el Altar de la Confesión y siguió el rito del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
Durante el acto, se colocó un velo de seda blanca sobre el rostro del pontífice, se roció agua bendita, y se depositaron en el ataúd monedas y medallas acuñadas durante su pontificado, junto con el Rogito, un documento en latín que resume su vida y obra, sellado en un tubo metálico. La ceremonia, que duró aproximadamente una hora y concluyó a las 21:00, contó con la presencia de altos dignatarios eclesiásticos, como los cardenales Giovanni Battista Re, Pietro Parolin y Mauro Gambetti, además de algunos familiares del papa. El féretro, de madera sencilla con una tapa de zinc, fue marcado con el escudo pontificio, una cruz y una placa con el nombre “Franciscus”, las fechas de su vida y su ministerio petrino.
Tras el sellado, el Capítulo de San Pedro mantuvo una vigilia nocturna hasta los preparativos para la misa fúnebre del sábado 26 de abril, tras la cual el féretro fue trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor para su sepultura, cumpliendo con la voluntad del papa Francisco.
