DE PRIMERA MANO.

Cortés y DADUV

 

Por Omar Zúñiga.

 

A partir del 8 de abril pasado, es decir el martes anterior a la Semana Santa, Luis Gerardo Cortés Sosa fue ungido oficialmente como titular de DADUV, la Dirección de Actividades Deportivas de la UV.

Sin embargo, su nombramiento dista mucho de ser bien recibido, ni al interior de la DADUV, ni por los mismos universitarios.

Existen varias condiciones para esta animadversión. A saber:

Si bien es cierto es egresado de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, su experiencia profesional en la UV se remonta a hace apenas tres años, cuando en 2022 se convoca una plaza académica en la región Xalapa, con un perfil afín al de Cortés Sosa, invitado por la hoy exdirectora Maribel Barradas, derivado de que su esposo trabaja en la Benemérita Escuela Normal Veracruzana y que ademá se hizo cercano a una persona muy allegada al matrimonio, persona que le hace la invitación para realizar su servicio Social en la DADUV.

Cortés “acredita” el examen de la plaza que fue creada para él, y se vuelve titular de una “base” como académico, en la Dirección de Actividades Deportivas (DADUV).

De 31 años de edad, originario de Michoacán, y por la cercanía con su esposo, se convierte en persona muy allegada a la directora saliente, Rosa Maribel Barradas Landa, además de convertirse en el entrenador personal de la esposa del rectorcito, vínculo que sin lugar a dudas ha influido significativamente en su posicionamiento institucional.

A grado tal que Martincillo le solicita un plan de trabajo -con varios meses de anticipación al cambio en la Dirección-     que ciertamente tuvo varias observaciones, pero con tiempo más que suficiente para irlas subsanando todas y cada una de ellas.

Desde su ingreso y poco a poco, Cortés se fue ganando la confianza de Maribel, insertándose en las dinámicas internas, incluso creándose programas específicos para respaldarlo institucionalmente, como el Programa de Actividad Física para la Salud, ya que no cuenta con experiencia en ninguna disciplina deportiva, pues nunca ha sido deportista destacado.

Se vuelve coordinador del programa, iniciando trabajos con académicos mediante estrategias como «Yoga para la salud», espacio en el que conoce a la esposa de Martincillo, reforzando su cercanía con Rectoría.

Esta relación le vale a Gerardo Cortés para “caminar solo”, y poco a poco dejar la tutela de la maestra Maribel, a quien le debía todo en la UV.

Sin experiencia en dirección, ni en gestión regional o colegiada, sin relaciones personales ni vínculos relevantes, Luis Gerardo Cortés es notificado el viernes 4 de abril en Rectoría, que se realizará el cambio en la Dirección de Actividades Deportivas y que él es “el elegido” para sustituir a Maribel Barradas.

El lunes 7 de abril, se le solicita a la maestra Maribel su renuncia con efecto inmediato, sin decir agua va, ni mediar explicación alguna, pues de hecho, fuimos informados que Maribel no esparaba el cese, y mucho menos en la forma en que llegó.

Ese mismo lunes por la noche, en las instalaciones de la DADUV, el propio Luis Gerardo Cortés le informa personalmente a su mentora Maribel Barradas, que será él su sucesor, concretándose, por un lado la traición, y por el otro una especie de golpe de Estado en la Dirección Deportiva, orquestado desde Rectoría.

El proceso de relevo estaba ya tan avanzado, que en esa misma quincena, Luis Gerardo Cortés ya aparece en nómina como “Director”, aunque su nombramiento oficial fue entregado el martes 8 de abril.

Cortés de esta manera traicionó la confianza de quien lo llevó a la UV y se presta como peón al servicio de un aprendiz de tirano, que busca a toda costa imponer a sus allegados en puestos de mando, en su desenfrenado afán de buscar una eventual reelección, aunque esté impedido para hacerlo.

En resumen, la animadversión en contra de Luis Gerardo Cortés es por su falta de sentido de pertenencia hacia el deporte universitario.

No es deportista ni cuenta con trayectoria reconocida, no conoce a profundidad los programas institucionales de la DADUV.

Su plantilla académica de base no lo reconoce como figura de liderazgo, además de que nunca ha sido coordinador regional ni ha formado parte de un Consejo Técnico, por lo que desconoce las necesidades de cada región universitaria.

Debe acompañar a equipos representativos de disciplinas que no cuentan con entrenador oficial, ya que los entrenadores reales no pertenecen a la UV y, al no poder viajar, se le designa a él como responsable logístico de dichos equipos.

Y por si fuera poco, conocido ya como un traidor y la comunidad universitaria sabe que quien traiciona una vez, traiciona siempre y si no, que le pregunten a Judas.

 

¡Qué barbaridad!

deprimera.mano2020@gmail.com

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