La violencia en Sinaloa, derivada del conflicto entre las facciones del Cártel de Sinaloa, principalmente Los Chapitos y La Mayiza, ha impactado a varios creadores de contenido digital presuntamente vinculados con la organización. A continuación, te detallo los casos más relevantes de influencers asesinados en Culiacán desde el recrudecimiento de la violencia en septiembre de 2024, basándome en información reciente:
- Juan Carlos, «El Chilango» (19 de octubre de 2024):
Tiktoker conocido por vender dulces en las calles de Culiacán. Fue asesinado a balazos en la Isla Musala por sicarios en motocicleta. En sus videos, hacía referencias a Los Chapitos, usando emojis de pizza (símbolo asociado a «La Chapiza») y expresó simpatía por Joaquín «El Chapo» Guzmán. Colaboró con el influencer Markitos Toys, señalado por presuntos nexos con Los Chapitos. - Jesús Miguel Vivanco García, «El Jasper» (23 de noviembre de 2024):
Encontrado muerto en un camino de terracería en Costa Rica, Culiacán, con signos de tortura tras ser privado de su libertad. Colaboraba con el canal de YouTube de Markitos Toys y fue identificado por autoridades estadounidenses como proveedor de fentanilo para Los Chapitos. Su muerte se vincula a la pugna interna del cártel. - Leovardo Aispuro Soto, «El Gordo Peruci» (9 de diciembre de 2024):
Youtuber con más de 150,000 seguidores, asesinado a tiros junto a su esposa (quien también falleció) en la colonia 21 de Marzo, Culiacán. Formaba parte del grupo «Los Compas CLN» y colaboraba con Markitos Toys. Se le relacionó con Los Chapitos, y horas antes de su muerte denunció un robo en su casa, mencionando que desconectó sus cámaras de seguridad por rumores locales. - Justin Paul Duarte, «El Pinky» (10 de enero de 2025):
Influencer de 22 años, encontrado muerto en una carretera al sur de Culiacán con signos de tortura y un disparo. Su contenido en TikTok y YouTube, enfocado en autos y humor, no parecía relacionado directamente con el narco, pero un video filtrado tras su muerte lo muestra confesando haber pasado información a «MF» (presuntamente Ismael «El Mayito Flaco» Zambada) sobre Los Chapitos. Era parte de «Los Plebes de Barrancos», grupo al que también pertenecía El Gordo Peruci. - Adal Peña, «El Tata» (23 de enero de 2025):
Asesinado a balazos en una plaza comercial de Culiacán mientras hacía ejercicio. Es el quinto influencer asesinado desde septiembre de 2024. Aunque no se detalla una conexión directa con el cártel en todos los reportes, su muerte ocurrió en el contexto de la violencia entre facciones. - Gail Castro, «Gail Toys» (28 de marzo de 2025):
Hermano de Markitos Toys, asesinado en Ensenada, Baja California, al salir de un restaurante. Recibió múltiples disparos. Su familia ha sido señalada por supuesta colaboración con Los Chapitos, y él apareció en narcovolantes que acusaban a influencers de nexos con el cártel. Este caso destaca por ocurrir fuera de Sinaloa, pero en el marco de la misma disputa.
Contexto y Observaciones:
- Narcovolantes: En enero de 2025, avionetas arrojaron volantes en Culiacán con nombres y fotos de influencers, acusándolos de ser «traidores» o colaboradores de Los Chapitos, lo que los convirtió en blancos. Entre los señalados estaban El Chilango, El Gordo Peruci, El Pinky, y Gail Toys.
- Markitos Toys: Marcos Eduardo Castro, un influencer con millones de seguidores, aparece como una figura recurrente en estos casos. Aunque niega vínculos directos con el narco, su relación con Néstor Isidro Pérez Salas («El Nini»), exjefe de seguridad de Los Chapitos, y las acusaciones de la periodista Anabel Hernández sobre su presunta participación en distribución de fentanilo, lo han puesto en el centro de la controversia. Su familia y colaboradores han sido atacados, incluyendo incendios a sus restaurantes y la casa de sus padres.
- Motivaciones: Los asesinatos reflejan la lucha por el control del Cártel de Sinaloa tras la captura de Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López en 2024. Los influencers son vistos como objetivos por su presunto rol en lavado de dinero, filtración de información, o por alardear públicamente de conexiones con el cártel, lo que los expone en un contexto de traiciones y venganzas.
Nota:
La relación de estos influencers con el Cártel de Sinaloa es, en muchos casos, especulativa o basada en acusaciones no comprobadas judicialmente. La violencia en Sinaloa ha generado un clima donde cualquier vínculo percibido con el narco, incluso superficial, puede ser letal.
