El robo a negocios en México es un problema persistente que afecta a diversos sectores económicos, especialmente a las pequeñas y medianas empresas. En los últimos años, se han registrado miles de casos, con un impacto significativo en la economía y la seguridad de los comerciantes. Los negocios más vulnerables incluyen tiendas de conveniencia, restaurantes, farmacias, ferreterías y abarrotes, donde los asaltantes suelen buscar dinero en efectivo, mercancías o pertenencias de clientes.
Los robos pueden ser con o sin violencia, pero los datos muestran que una proporción considerable involucra el uso de armas o intimidación, lo que aumenta el riesgo para empleados y propietarios. Las entidades con mayor incidencia incluyen el Estado de México, Ciudad de México, Baja California, Veracruz y Puebla, aunque el problema está extendido a nivel nacional. Factores como la falta de denuncia, la desconfianza en las autoridades y la impunidad agravan la situación, ya que muchos casos no se investigan ni resuelven.
Además, los costos asociados a estos delitos —pérdidas directas, medidas de seguridad y cierres de negocios— representan una carga económica significativa. La inseguridad también desalienta la inversión y el crecimiento empresarial. Aunque se han implementado medidas como mayor vigilancia y coordinación con autoridades, el impacto sigue siendo notable, y muchos empresarios demandan políticas más efectivas para combatir este delito.
