China anunció un aumento de aranceles al 125% sobre bienes importados de Estados Unidos, en respuesta a las recientes alzas de tarifas impuestas por la administración estadounidense. Esta medida, efectiva a partir del 12 de abril de 2025, escalada la guerra comercial entre ambas naciones, generando preocupaciones sobre interrupciones en el comercio global y alzas de precios para consumidores. Beijing indicó que no planea incrementar más los aranceles, argumentando que niveles tan altos hacen inviable el comercio de productos estadounidenses en su mercado, y señaló que podría ignorar futuras alzas de tarifas por parte de EE. UU. La situación refleja una postura firme de China, que busca proteger sus intereses económicos mientras critica las políticas comerciales estadounidenses como unilaterales.
