En la madrugada de hoy, elementos de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano iniciaron patrullajes en varias zonas de Culiacán, Sinaloa. Este despliegue de seguridad se produce en un contexto de creciente violencia e inestabilidad en la región, donde los enfrentamientos entre las autoridades y grupos del crimen organizado son recurrentes. La operación se intensifica tras la llegada, la tarde de ayer, de vehículos blindados OCELOT, especializados en operaciones de alto riesgo.
Los vehículos OCELOT, que llegaron para reforzar la presencia militar en la zona, son conocidos por su resistencia y capacidad de operación en ambientes urbanos complejos y peligrosos. Estos vehículos, adaptados para resistir ataques y emboscadas, son utilizados en operaciones de gran envergadura donde se requiere movilidad y protección ante el fuego enemigo. El despliegue se lleva a cabo en áreas de Culiacán que han sido afectadas por las acciones violentas de organizaciones criminales que operan en la zona, lo que genera inquietud sobre posibles confrontaciones.
Este patrullaje refleja un endurecimiento de la estrategia de seguridad del gobierno federal en Sinaloa, buscando recuperar el control territorial en áreas clave para el narcotráfico. Sin embargo, la llegada de las Fuerzas Especiales también podría desencadenar una escalada de violencia, enfrentamientos más intensos y afectaciones a la población civil, que podría verse atrapada en medio de los conflictos. La efectividad de la operación y la reacción de los grupos criminales serán factores decisivos en los próximos días.