RRC/México: El término «pollitos de colores» en el contexto del narcotráfico se refiere a niños y adolescentes reclutados por cárteles y organizaciones criminales en México y otros países. La expresión proviene de una analogía con los pollitos pintados, que históricamente se teñían de colores brillantes con sustancias a menudo tóxicas para venderlos como atracciones en mercados o ferias, aunque solían morir rápidamente debido a los químicos. De manera similar, en el mundo del narcotráfico, los «pollitos de colores» son jóvenes vulnerables, a menudo de entornos marginados, pobres o afectados por la violencia, que son explotados por los cárteles debido a su lealtad, maleabilidad y menor riesgo legal, ya que, al ser menores de edad, enfrentan castigos menos severos si son detenidos.
Contexto y Reclutamiento
- Edad y Vulnerabilidad: Los cárteles reclutan a menores cada vez más jóvenes, algunos desde los seis años, según informes gubernamentales y de organizaciones civiles como Reinserta. Los niños provienen frecuentemente de hogares desestructurados, marcados por la pobreza, el abandono o la exposición a drogas y violencia.
- Métodos de Reclutamiento: El proceso ocurre a través de redes sociales (como Facebook, TikTok o chats de videojuegos), promesas de pertenencia, dinero, comida o un sentido de «familia». Algunos son coaccionados, mientras que otros se unen voluntariamente, atraídos por la falta de opciones y el deseo de escapar de su realidad.
- Roles: Los menores suelen comenzar como «halcones» (vigilantes o espías), entregando mensajes o vendiendo drogas. Con el tiempo, algunos son entrenados para tareas más violentas, como extorsión, secuestro, tortura o incluso asesinatos. Los cárteles valoran su «entusiasmo infantil» para aprender y su lealtad, además de la impunidad que les otorga su edad.
Realidad y Consecuencias
- Explotación y Riesgo: Al igual que los pollitos teñidos, estos jóvenes enfrentan una vida corta y peligrosa. Son enviados al frente en conflictos armados, con la idea de que «si no sirven para matar, servirán para que los maten». Su exposición a la violencia y las drogas, como la metanfetamina o el «cristal», los lleva a adicciones tempranas, trauma extremo y, en muchos casos, la muerte.
- Escala del Problema: Estudios estiman que entre 45,000 y 360,000 menores están bajo la influencia del crimen organizado en México, según expertos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Los cárteles les pagan entre 6,000 y 30,000 pesos quincenales, dependiendo del rol y la región.
- Impacto Social: Este fenómeno refleja la brutalización de la sociedad y el fracaso de las autoridades para contrarrestar la influencia territorial y cultural de los cárteles, que se aprovechan de la marginación y la falta de oportunidades.
Casos Reportados
- Testimonios: Una joven, identificada como «Sol», fue reclutada a los 12 años tras vender rosas fuera de un bar. Adicta a la metanfetamina desde los nueve, pasó de «halcona» a cometer secuestros, torturas y asesinatos. Otra joven, «Isabel», fue enrolada a los 14 por su tío, quien la involucró en el asesinato de un exprofesor que la había abusado.
- Enfrentamientos: En incidentes recientes, como en Navolato, Sinaloa, se han reportado enfrentamientos donde helicópteros militares abrieron fuego contra «pollitos de colores», y 19 miembros de la célula «Los Aquiles» fueron abatidos en Sanalona, Culiacán, en 2024, durante una narcoguerra.
Perspectiva Crítica
Este término y la práctica que describe son profundamente alarmantes, ya que revelan la explotación sistemática de menores en un ciclo de violencia, pobreza y desesperanza. Las autoridades han sido criticadas por no abordar las raíces del problema, como la marginación y la falta de educación o apoyo social. Organizaciones civiles piden mayor intervención, mientras que la prohibición de teñir pollitos en muchos estados mexicanos simboliza un intento de frenar prácticas crueles, aunque la analogía persiste en el oscuro mundo del narcotráfico.
