Columna Periodística -Por Carlos Avendaño.-
Mocorito: Pueblo Mágico… pero de la ilusión. En Mocorito, los ciudadanos alguna vez soñaron en grande. Creyeron que tener a Enrique Parra Melesio -el profe amigo del góber- como alcalde sería como sacarse la lotería… pero sin comprar boleto. ¡Oh, ilusos habitantes del pueblo mágico! Porque resulta que la magia en esta administración, está más cerca del ilusionismo barato que de los actos de transformación. Apenas van cinco meses de la administración del Profe Enrique Parra Melesio y ya el desencanto es más fuerte que el calor de mayo. No hay obras, no hay anuncios, no hay proyectos. Lo único que sí hay es presencia del alcalde en todos los eventos sociales, cívicos, culturales, y hasta espiritistas, si los hubiera. Se ha vuelto, sin lugar a dudas, el rey de las “reunionitis”, cómo si con tantas juntas y fotos en las redes sociales se pavimentarán las calles o se construyeran los drenajes. Pero eso sí, no hay queja en cuanto a entusiasmo por la “vida pública” (no confundir con lo público que sirve al pueblo): el profe anda en aperturas de museos, programas folclóricos, actos escolares, integrando comités, armando estructuras para síndicos, menos mal que no está organizando torneos de dominó. Y, por si fuera lo anterior fuera poco, el Ayuntamiento parece una reunión familiar: amigos, compadres y los Parra-Melesio, ocupan cargos como si se tratara de una franquicia. ¿Obras? Bien, gracias. ¿Servicios? Vaya usted a rezar a San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas. Porque aquí lo único que crece es el hartazgo. Mocorito sigue siendo un pueblo mágico… pero por el encanto de la desilusión. Porque mientras la gente pide resultados, el profe Enrique parece apostarle al viejo truco político: calentar la silla y luego calentar motores para la reelección en el 2027. Total, ¿Quién necesita hacer obra si puedes salir en todas las fotos? Pero cuidado Profe, porque el electorado ya aprendió a distinguir entre un político que trabaja y otro que sólo se asoma para tomarse la selfie. Y si sigue esta simulación de gobierno, ni el padrinazgo del góber ni el comité de fans, salvarán lo que a todas luces será una administración decorativa. El pueblo mágico de Mocorito merece más que un alcalde de cartón con diploma en relaciones públicas. Merece gobierno. Porque, aunque suene increíble, en política también se vale… ¡trabajar!…
MORENA en Guasave: ¿Regeneración o Reincidencia? Mientras el discurso de la Cuarta Transformación se sigue repitiendo como mantra desde los balcones del poder, en la ciudad de Guasave, ya hay morenistas que se hartaron del teatro. Ramón Ubaldo Romo Espinoza y Juvenal Espinoza Flores, militantes fundadores de MORENA, salieron a decir lo que muchos murmuran en voz baja: “Que el gobierno municipal encabezado por la doctora Cecilia Ramírez Montoya, poco o nada tiene que ver con los ideales que supuestamente dieron vida al movimiento”. Según estos inconformes, lo que hay en el Ayuntamiento no es un gobierno de izquierda, sino un refrito político hecho con sobras del PRI, del PRD y de otros partidos reciclados. ¿Regeneración nacional? Más bien parece una restauración de los viejos vicios con nuevos colores. “Este gobierno poco tiene de los principios de la Cuarta Transformación. Está lleno de personas que no comparten el proyecto social ni los valores que luchamos por años”, dijo Romo Espinoza, en lo que parece más una radiografía que una declaración. Ambos militantes no se quedaron en la denuncia: hicieron un llamado público a la ciudadanía y a la base morenista para organizarse y “recuperar” el movimiento. Y no, no fue un llamado genérico. Romo Espinoza, incluso ofreció su domicilio y número telefónico, cual servicio a domicilio de la dignidad partidaria. Más allá del gesto heroico, lo que estos pronunciamientos revelan es algo más profundo: una fractura en el corazón mismo de MORENA en Guasave. Porque si los propios fundadores ya están diciendo que el gobierno actual es una traición, no se necesita ser politólogo para entender que hay algo podrido en el proyecto. La Cuarta Transformación, al menos en Guasave, parece haberse convertido en la Cuarta Transfusión: de cuadros priistas, perredistas y otros “istas” que no saben ni cómo llegaron al poder, pero sí cómo sostenerse en él. En suma, lo que empezó como una protesta local, ya es un grito incómodo dentro del partido: ¿Qué pasó con los principios? ¿Con la ética? ¿Con no mentir, no robar y no traicionar? Por ahora, parecen estar en receso…
El recibo de la CFE que te deja sin luz y sin comer. El todavía gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, firmó convenio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para aliviar -al menos en papel- la carga económica que implica el consumo de energía eléctrica durante los meses de calor. Del 1 de mayo al 31 de octubre, promete el acuerdo que los hogares sinaloenses pagarán menos por el aire acondicionado que se vuelve indispensable ante los abrazadores más de 40 grados del verano. Hasta ahí, todo suena muy bien. Pero hay un pequeño detalle: ¿Quién revisará el recibo que llegó en marzo o abril? Porque a muchísimos sinaloenses fueron cuentas que parecían cotizaciones de hotel 5 estrellas. Muchos reportan aumentos al triple en comparación con meses anteriores. De pagar mil, ahora pagan tres o cinco mil pesos, y no fue por dejar prendido el ventilador todo el día, fue porque la facturación se disparó sin lógica ni compasión. Urge revisar este último bimestre (marzo–mayo) porque a todas luces se cometió un exceso. No es exageración, los testimonios son constantes, las redes sociales están llenas de quejas, pero los usuarios saben que ir a la CFE es tan útil como gritarle al refrigerador que enfríe más rápido. Ahí ni te pelan. En cambio, sí Rocha Moya tiene el músculo político para firmar convenios, también puede ser el canal directo para que abrir auditorías a los recibos inflados. No se trata de un favor, sino de una responsabilidad. Porque el dilema es tan crudo como real: ¿Pagamos la luz o comemos? Porque con un salario que apenas alcanza para sobrevivir, pagar cinco mil pesos de electricidad es, literalmente, quedarse sin pan y sin refrigeración. Se aplaude la tarifa preferencial para el verano, claro. Pero no se puede dejar fuera el abuso ya cometido. Lo justo sería corregir lo cobrado de más. Lo urgente es garantizar que las familias sinaloenses no vivan bajo amenaza de corte de luz por facturas desproporcionadas. Y lo necesario es que la CFE deje de actuar como si no tuviera que rendir cuentas. Porque sí queremos luz, pero no a costa de vivir en la oscuridad económica…
Sin Redundar y diciendo las cosas tal y como son. Suyos los comentarios estimados lectores…
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