Modernización del acuerdo global entre la Unión Europea y México permitirá responder a desafíos internacionales.

La modernización del Acuerdo Global entre México y la Unión Europea, concluida en enero de 2025 tras negociaciones iniciadas en 2016, fortalece la capacidad de ambas partes para abordar desafíos internacionales. Este acuerdo actualiza el tratado vigente desde 2000 y abarca diálogo político, cooperación y relaciones económicas, promoviendo valores compartidos como la democracia, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

Desafíos internacionales clave que aborda:

  1. Tensiones geopolíticas: En un contexto de reconfiguración global, con incertidumbre por políticas comerciales como las de una posible segunda presidencia de Donald Trump, el acuerdo diversifica los mercados de México, reduciendo su dependencia de Estados Unidos, y fortalece la integración de la UE con América Latina.
  2. Transformación digital: Incluye un capítulo sobre comercio digital, fomentando la transición hacia economías digitales y regulando aspectos como la protección de datos.
  3. Transición verde: Compromete a ambas partes a combatir el cambio climático, alineándose con el Acuerdo de París, promoviendo energías renovables y la gestión sostenible de recursos.
  4. Defensa de valores democráticos: Refuerza la cooperación para proteger el Estado de derecho y los derechos humanos frente a amenazas autoritarias, con cláusulas sociales y ambientales.
  5. Seguridad económica: Facilita el acceso a mercados, reduce aranceles (por ejemplo, en agroalimentos como quesos europeos o jugo de naranja mexicano), y promueve inversiones en sectores estratégicos como manufactura y tecnología.

Beneficios concretos:

  • Comercio: En 2023, el comercio bilateral alcanzó 82,000 millones de euros. El acuerdo elimina barreras, impulsa exportaciones agroalimentarias y abre licitaciones públicas a empresas de ambas partes.
  • Cooperación: Fomenta proyectos conjuntos en ciencia, educación, cultura y lucha contra la corrupción, con mecanismos para incluir a la sociedad civil.
  • Inversión: La UE, segundo inversionista en México, impulsa sectores como el automotriz y la tecnología, especialmente en estados como Jalisco y Puebla.

Retos pendientes:

  • Ratificación: Aunque las negociaciones concluyeron, el acuerdo requiere aprobación en el Parlamento Europeo, parlamentos nacionales de la UE y el Congreso mexicano, lo que podría retrasarse por desacuerdos, como los expresados por regiones como Valonia en Bélgica.
  • Implementación: México debe alinear políticas, especialmente en energía, para cumplir con compromisos verdes y atraer inversión europea.
  • Consenso político: La propuesta de dividir el acuerdo en partes (comercial, política y de cooperación) generó resistencia en México, donde se prefiere ratificarlo como un todo.

En resumen, la modernización del Acuerdo Global posiciona a México y la UE como aliados estratégicos para enfrentar un entorno global complejo, promoviendo un comercio justo, sostenible y resiliente, aunque su éxito dependerá de la ratificación oportuna y la implementación efectiva.

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