Israel llevó a cabo ataques aéreos contra el Aeropuerto Internacional de Saná y otras áreas en Yemen controladas por los hutíes, en respuesta a un misil balístico lanzado por este grupo hacia el Aeropuerto Ben Gurion en Israel el 4 de mayo de 2025. Los hutíes, respaldados por Irán, afirmaron haber atacado el aeropuerto israelí en solidaridad con los palestinos en Gaza, logrando impactar cerca del perímetro del aeropuerto, lo que causó la suspensión temporal de vuelos y heridas a varias personas.
La Fuerza Aérea Israelí bombardeó el aeropuerto de Saná, inutilizándolo completamente, según el ejército israelí, al atacar pistas, aviones e infraestructura. También se reportaron ataques contra centrales eléctricas y una fábrica de cemento en la capital yemení, con un saldo de al menos tres muertos y 35 heridos, según medios hutíes. Estos ataques fueron la segunda ola de bombardeos israelíes en dos días, tras una operación el 5 de mayo contra el puerto de Hodeidah. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que los ataques continuarían y responsabilizó a Irán por respaldar a los hutíes.
Por su parte, los hutíes amenazaron con imponer un «bloqueo aéreo» contra Israel, atacando repetidamente el Aeropuerto Ben Gurion, y aseguraron que los bombardeos israelíes no detendrán sus operaciones. Este intercambio de ataques es parte de una escalada de tensiones que se intensificó tras el reinicio de las operaciones militares israelíes en Gaza en marzo de 2025.
