Gerardo Vargas Landeros, ex-alcalde de Ahome, Sinaloa, solicitó licencia el 1 de mayo de 2025 para enfrentar un proceso legal por presunto desvío de 171 millones de pesos en el arrendamiento irregular de patrullas. El Congreso de Sinaloa aprobó su desafuero el 2 de mayo de 2025, tras una sesión de más de seis horas, acusándolo de corrupción. Además, ha sido señalado por presuntos vínculos con Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, incluyendo haber sido padrino de bodas en 2017 de la hija de Jesús Antonio «Chuy Toño» Aguilar, ligado a Zambada. El periodista Luis Chaparro sugiere que estos nexos, más que la corrupción, podrían ser la verdadera razón del desafuero, impulsado por el gobernador Rubén Rocha Moya. Vargas Landeros niega las acusaciones, alega persecución política y confía en demostrar su inocencia.

Los presuntos vínculos entre Gerardo Vargas Landeros, ex-alcalde de Ahome, Sinaloa, e Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, requiere explorar las acusaciones, los testimonios y las evidencias reportadas en fuentes confiables, así como analizar el contexto político y criminal en Sinaloa. A continuación, les presento un análisis detallado basado en información disponible hasta mayo de 2025, con un enfoque crítico.
Vínculos señalados con «El Mayo» Zambada
- Padrino de bodas de la hija de «Chuy Toño» Aguilar (2017)
Gerardo Vargas Landeros fue padrino de bodas en 2017 de Doris Antonia Aguilar, hija de Jesús Antonio «Chuy Toño» Aguilar Íñiguez, un ex-comandante de la Policía Ministerial de Sinaloa (2011-2016) señalado por presuntos nexos con el Cártel de Sinaloa. Según el libro El Traidor de Anabel Hernández, basado en testimonios de Fernando Gaxiola (abogado de Vicente Zambada Niebla, «El Vicentillo»), Aguilar fue colocado en su puesto por «El Mayo» Zambada a través del ex-gobernador Mario López Valdez («Malova»). Gaxiola afirmó que Aguilar proporcionaba información y protección al cártel a cambio de pagos mensuales superiores a un millón de dólares. La boda, celebrada en Mazatlán, contó con la presencia de figuras como el ex-gobernador Antonio Toledo Corro (investigado por la DEA en 1986 por nexos con el narcotráfico) y el propio Malova, lo que refuerza las acusaciones de vínculos entre Vargas Landeros y redes del crimen organizado. - Relación con Mario López Valdez («Malova»)
Vargas Landeros fue un aliado cercano de Malova, fungiendo como secretario general de Gobierno durante su administración (2011-2016). Informes periodísticos, como los de Luis Chaparro, señalan que ambos tienen una carpeta de investigación abierta en Estados Unidos con una «alerta roja» en cruces internacionales por «fuertes nexos» con el Cártel de Sinaloa. Esta carpeta incluiría grabaciones y testimonios que vinculan a Vargas Landeros con figuras del crimen organizado, aunque no se han judicializado públicamente. - Testimonios de Dámaso López Serrano («El Mini Lic»)
En el libro AMLO y el Cártel de Sinaloa: la historia secreta de Anabel Hernández, Dámaso López Serrano, alias «El Mini Lic», describió a Vargas Landeros como «prepotente» y afirmó que se reunió en varias ocasiones con «El Mayo» Zambada y con Mauricio Gastélum Hernández, un operador del cártel, durante su tiempo como secretario de Gobernación en el gobierno de Malova. Estas reuniones habrían ocurrido incluso en el Palacio de Gobierno de Sinaloa, sugiriendo una relación directa con el cártel. - Acusaciones de Luis Chaparro
El periodista Luis Chaparro, especializado en crimen organizado, ha sido una de las voces más prominentes en señalar que el desafuero de Vargas Landeros, aprobado el 2 de mayo de 2025, no se debe únicamente al presunto desvío de 171 millones de pesos por el arrendamiento irregular de patrullas, sino a sus vínculos con «El Mayo» Zambada. En su reportaje para Pie de Nota, Chaparro cita fuentes del gobierno federal que afirman que el gobernador Rubén Rocha Moya impulsó el desafuero tras recibir evidencia del gobierno estadounidense sobre los nexos de Vargas Landeros con el Cártel de Sinaloa. Según Chaparro, acusar a Vargas Landeros por corrupción fue una «excusa formal» para evitar exponer públicamente los vínculos con el narco, ya que esto podría implicar a otros políticos, incluido el propio Rocha Moya. - Contexto político y rivalidades
Vargas Landeros fue un rival político de Rubén Rocha Moya en la contienda interna de Morena por la gubernatura de Sinaloa en 2020. Algunos analistas sugieren que el desafuero podría tener motivaciones políticas, ya que otros rivales de Rocha Moya, como los ex-alcaldes Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres, también enfrentaron acusaciones de corrupción tras competir contra él. Sin embargo, las acusaciones de nexos con el Cártel de Sinaloa trascienden esta rivalidad, ya que involucran testimonios de actores clave como «El Mini Lic» y evidencias internacionales.
Contexto del Cártel de Sinaloa y «El Mayo» Zambada
- Estructura del cártel: El Cártel de Sinaloa opera como una «sombrilla» de facciones cooperativas, con «El Mayo» Zambada liderando una de ellas hasta su captura el 25 de julio de 2024 en El Paso, Texas. Zambada, cofundador del cártel, era conocido por su discreción y por evitar la prisión durante décadas, a diferencia de Joaquín «El Chapo» Guzmán. Su facción ha estado en tensión con la de «Los Chapitos» (hijos de Guzmán), lo que agrega complejidad a las acusaciones contra Vargas Landeros, quien presuntamente estaba alineado con Zambada.
- Captura de Zambada: La detención de «El Mayo» en 2024, junto con Joaquín Guzmán López, ha generado especulaciones sobre traiciones internas y posibles guerras sucesorias dentro del cártel. Esto podría haber intensificado el escrutinio sobre políticos sinaloenses con presuntos nexos, como Vargas Landeros, especialmente si el gobierno estadounidense compartió información con México.
- Infiltración en la política: Sinaloa ha sido históricamente un epicentro de influencia del narco en la política. Informes de la DEA y testimonios como el de Vicente Zambada Niebla («El Vicentillo») han detallado cómo el cártel colocaba a aliados en posiciones clave, como policías y funcionarios. Las acusaciones contra Vargas Landeros se alinean con este patrón, especialmente por su rol durante el gobierno de Malova, señalado como una administración corrupta que favoreció al Cártel de Sinaloa.
Análisis crítico
- Evidencia vs. especulación: Aunque las acusaciones de nexos con «El Mayo» Zambada son graves, la mayoría se basa en testimonios (como los de «El Mini Lic» y Gaxiola) y reportes periodísticos (como los de Chaparro y Hernández), pero no en pruebas judicializadas públicamente. Las grabaciones y la carpeta en Estados Unidos mencionadas por Chaparro no han sido reveladas, lo que deja espacio para cuestionar su solidez. La falta de transparencia en el proceso de desafuero, manejado en sesiones secretas del Congreso de Sinaloa, también alimenta dudas sobre posibles motivaciones políticas.
- Motivaciones políticas: La rivalidad entre Vargas Landeros y Rocha Moya, junto con el historial de acusaciones contra otros opositores de Rocha, sugiere que el desafuero podría ser una estrategia para neutralizar a un adversario político. Sin embargo, la consistencia de las acusaciones de nexos con el narco, provenientes de múltiples fuentes (Hernández, Chaparro, «El Mini Lic»), indica que no pueden descartarse como mera persecución.
- Contexto internacional: La captura de Zambada y la presión de Estados Unidos sobre México para combatir el narcotráfico, especialmente el tráfico de fentanilo, podrían haber llevado al gobierno mexicano a actuar contra figuras como Vargas Landeros para evitar ser percibidos como «aliados» del cártel, como sugirió Chaparro. Esto explicaría por qué el caso se presentó como corrupción y no como nexos con el narco, para minimizar el impacto político.
Respuesta de Vargas Landeros
Vargas Landeros ha negado categóricamente los vínculos con el Cártel de Sinaloa y ha calificado el proceso de desafuero como una «acción injusta» y una persecución política orquestada por el Congreso de Sinaloa y la Fiscalía estatal. En un video difundido en redes sociales, afirmó que Ahome es el municipio más seguro de Sinaloa y que su trayectoria de 43 años en el servicio público respalda su integridad. También aseguró que enfrentará el proceso legal sin esconderse y que confía en la ley para demostrar su inocencia.
Conclusión
Los presuntos vínculos de Gerardo Vargas Landeros con «El Mayo» Zambada se sustentan en testimonios de figuras como «El Mini Lic» y Fernando Gaxiola, reportes periodísticos de Anabel Hernández y Luis Chaparro, y una supuesta carpeta de investigación en Estados Unidos. Su rol como padrino de bodas de la hija de «Chuy Toño» Aguilar y su cercanía con Malova refuerzan estas acusaciones. Sin embargo, la falta de pruebas judicializadas públicamente y el contexto de rivalidades políticas con Rubén Rocha Moya sugieren que el caso podría tener motivaciones mixtas. La captura de Zambada en 2024 y la presión internacional podrían haber acelerado el proceso contra Vargas Landeros, pero el manejo opaco del desafuero plantea preguntas sobre la transparencia y la imparcialidad.