Sin Redundar.

Columna Periodística -Por Carlos Avendaño.-

La 4T y su nuevo decreto: “Habla bonito o mejor cállate”La “Cuarta Transformación” ya no se molesta en fingir: si la crítica duele, la solución es censurarla. Y así, sin rubor ni vergüenza, MORENA acaba de aprobar en comisiones del Senado una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y de Radiodifusión que, lejos de promover libertades, amplía el control estatal sobre los medios, los periodistas y las plataformas digitales. Una ley que huele a censura no se vende como soberanía, aunque los operadores del gobierno quieran disfrazarla así. La nueva jugada de la 4T es simple: crear un “Observatorio de Medios” manejado desde el gobierno. Imponer regulaciones sobre los contenidos que se transmiten en radio, televisión y medios digitales. Castigar a quien no se alinee a la “narrativa oficial”. Artículo 19Reporteros Sin Fronteras, y la misma CIDH ya advirtieron: este modelo atenta contra la libertad de expresión, establece mecanismos de censura previa y sienta un precedente peligrosísimo para cualquier democracia. ¿Pero eso importa? Claro que no: el objetivo es blindar el proyecto político y protegerse del espejo incómodo que son los medios libres. Y ahora viene lo más triste -y alarmante-: la flamante presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, quien en campaña prometía respetar las libertades democráticas, ha guardado un silencio cómplice ante este atropello monumental. No ha dicho ni pío. Y su silencio dice más que mil discursos: aval total a la censura. En paralelo, los senadores y los diputados federales de MORENA -con una obediencia canina- levantaron la mano y aprobaron esta ley sin leerla, sin debatirla y, por supuesto, sin defender a la ciudadanía. Porque en el México de hoy, la lealtad al partido pesa más que la lealtad a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Mientras tanto, desde los micrófonos oficiales nos repiten una y otra vez que esta reforma es para “combatir la desinformación” -como si los incendios, los desaparecidos y la violencia fueran un invento periodístico-. Lo que no controlan, lo quieren callar. Lo que les incomoda, lo quieren borrar. La democracia, simplemente, la están aniquilando. ¿Libertad de expresión? Solo si es aplaudidora. ¿Crítica? Solo si es a modo. Así de claro: Claudia Sheinbaum Pardo calla. Los legisladores de MORENA obedecen. El poder avanza sobre las libertades mientras nos quieren vender censura como “soberanía comunicacional”. Nos prometieron transformación, y nos están dejando un país enmudecido. Prepárense: porque lo que no se aplauda, será criminalizado. Y lo que no se ajuste al discurso oficial, será eliminado del mapa informativo. La mordaza ya tiene nueva ley. Y el México libre… se queda sin voz, gracias a la “Cuarta Transformación” de MORENA y compañía…

Sinaloa: el paraíso que solo existe en la cabeza de compa ChanoResulta que ahora el problema no es la inseguridad, no son los muertos, ni los desaparecidos, ni los negocios cerrados, ni los autos incendiados ni los robos. El verdadero problema, señoras y señores, somos los periodistas. Así como usted lo alcanza a leer. Según lo dicho por el flamante secretario general de Gobierno de Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, los medios somos unos grandes magos del caos: inventamos balaceras, desaparecidos, incendios… y hasta hacemos aparecer cadáveres donde no los hay. ¡Abracadabra! Feliciano, iluminado como siempre, acusa a los medios de “alterar la realidad”. Claro, porque la realidad, en su cabeza, es una película de Disney: todos felices, todos cantando en las calles, todos abrazados a sus policías. ¿Desapariciones? ¿Violencia? No hombre, eso es puro “cliché”. Y como diría Jack el Destripador -muy ad hoc al tema-: vayámonos por partes. ¿Los desaparecidos? Imaginarios. ¿Los negocios que bajan la cortina? ¡Publicidad encubierta! ¿Las casas incendiadas? Corto circuito… versión oficial. ¿Los robos, los ejecutados, los cuerpos en bolsas? ¡Montajes! ¡Todo culpa de ese malévolo gremio de periodistas que no se pone el uniforme de porrista gubernamental! Feliciano Castro Melendrez, no da resultados, pero sí da declaraciones de antología. Según él, el enemigo no es el crimen organizado, sino la libre expresión. Y ojo, porque no propone combatir la violencia, sino “trabajar contra la manipulación mediática”. ¡Qué gran estrategia de seguridad! ¿Dónde están los resultados? ¿Dónde están los detenidos? Ah, sí… los policías siempre llegan tarde, como en las películas malas, cuando ya acabó la función. Pero eso sí, en cada rueda de prensa, nos recetan la misma historia: “todo está bajo control”. Control remoto, tal vez. Señor Feliciano Castro Meléndrez: “el periodismo no altera la realidad, la retrata. Que esa imagen le incomode, no es culpa nuestra. Es culpa de un gobierno que prefiere atacar al mensajero que enfrentar el mensaje. Pero no se preocupe, secretario: seguiremos “alterando la realidad” con datos, testimonios, reportajes y crónicas. Porque si algo está por demás que claro, es que no vamos a permitir ni a usted ni a nadie, que nos llamen mentirosos, pero más ustedes, quienes no han podido -ni querido- cambiar la verdad que se vive diariamente en todas las calles de Sinaloa”…

Sinaloa: vacaciones entre balas, miedo y silencio oficialSinaloa, abril del 2025 en pleno periodo vacacional, entre sol, playa y balaceras. ¿A dónde vamos a parar, señores? Mientras en otras partes del país se disfrutaban las vacaciones de Semana Santa y e Pascua, aquí en Sinaloa vivimos otra clase de retiro espiritual: el del miedo, el del encierro voluntario, el del viacrucis diario entre levantones, asesinatos, casas quemadas y vehículos robados. Porque sí, exactamente así transcurrió la Semana Santa y la de Pascua en Sinaloa. En vez de irse a celebrar, muchos rezaban por no ser parte de la siguiente estadística. Todo esto, cortesía de la guerra sin fin entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa: los Chapitos contra los Mayitos. Y mientras ellos se disputan el territorio como si fuera un tablero de ajedrez, los sinaloenses solo queremos vivir en paz… y eso, tristemente, ya parece pedir demasiado. ¿Y las autoridades? Bien, gracias. Como siempre, brillando por su ausencia. Tan ausentes que uno se pregunta si no estarán entrenando para algún campeonato mundial de escondidas. porque no es que les tengan miedo a los malandros… no, no. ¡Qué va! Es pavor lo que les tienen. Una cosa es temor y otra muy distinta el pánico que los paraliza. Y así seguimos en Sinaloa, entre abrazos que nunca llegaron, estrategias que nadie entiende y silencios que gritan más que las ráfagas de las metralletas. Habíase visto esto, señores. Pero no se preocupen, estimados lectores, que muy seguramente en la próxima semanera nos dirán que “todo está bajo control”. DATAZO: Solo durante la Semana Santa, Sinaloa registró más de 40 homicidios dolosos, según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y como diría el propio Papa Francisco en su visita de 2016: “México no puede acostumbrarse al dolor, no puede aceptar la violencia como algo normal.” Pero parece que ya lo hicimos. Qué tragedia padecemos en Sinaloa…

Sin Redundar y diciendo las cosas tal y como son. Suyos los comentarios estimados lectores…

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