La guerra de aranceles y sus consecuencias.

El mundo está experimentando una escalada significativa en tensiones comerciales, impulsada principalmente por las políticas arancelarias de Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump, quien asumió su segundo mandato el 20 de enero de 2025. Esta situación, que muchos analistas califican como una «guerra de aranceles», tiene raíces en medidas proteccionistas agresivas que buscan reducir el déficit comercial estadounidense y proteger la industria local, pero que han desencadenado respuestas recíprocas de otros países, afectando el comercio global.

Contexto y medidas recientes

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha implementado una serie de aranceles que han sacudido la economía mundial. El 2 de abril de 2025, anunció lo que llamó el «Día de la Liberación», imponiendo un arancel universal del 10% a todas las importaciones a Estados Unidos, acompañado de tarifas específicas más altas para países con los que EE.UU. mantiene déficits comerciales significativos. Entre las tasas destacadas están:

  • China: 34%, con incrementos adicionales que elevan el total a más del 54% en algunos casos, y amenazas de alcanzar el 125% tras recientes represalias chinas.
  • Unión Europea: 20%, afectando especialmente a sectores como el automotriz y el acero.
  • India: 26%.
  • Corea del Sur: 25%.
  • Japón: 24%.
  • México y Canadá: 25% inicialmente, aunque con exenciones parciales bajo el TMEC si cumplen ciertas condiciones.

Estas medidas, que entraron en vigor entre finales de marzo y principios de abril de 2025, han sido justificadas por Trump como una respuesta a décadas de «prácticas comerciales desleales» y como un medio para revitalizar la manufactura estadounidense. Sin embargo, también ha vinculado los aranceles a cuestiones no comerciales, como la migración y el tráfico de fentanilo, especialmente en el caso de México y Canadá.

Reacciones internacionales

La respuesta global no se ha hecho esperar, intensificando el conflicto comercial:

  • China: Ha prometido «luchar hasta el final», aplicando aranceles retaliatorios de hasta el 84% a productos estadounidenses y adoptando medidas no arancelarias, como restricciones a empresas estadounidenses en su lista de control de exportaciones. Pekín también ha recurrido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para desafiar las tarifas de EE.UU.
  • Unión Europea: La UE ha calificado los aranceles como un «duro golpe» a la economía mundial y está preparando contramedidas, incluyendo aranceles de hasta el 25% a productos estadounidenses. Ursula von der Leyen ha destacado la necesidad de un «sistema comercial sólido» y negocia una tregua, mientras países como España han anunciado paquetes de ayuda para sus empresas.
  • México y Canadá: Ambos países han amenazado con represalias. México, bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, planea medidas arancelarias y no arancelarias, mientras Canadá ha anunciado tarifas por valor de 30 mil millones de dólares a productos estadounidenses.
  • Otros países: Brasil evalúa acciones ante la OMC, y naciones como Corea del Sur y Japón buscan estrategias para mitigar el impacto en sus economías exportadoras.

Impacto económico

Los efectos de esta guerra de aranceles ya se sienten:

  • Mercados financieros: Tras los anuncios iniciales, las bolsas mundiales experimentaron caídas significativas, aunque una pausa de 90 días en algunos aranceles (excluyendo a China) anunciada el 7 de abril provocó una recuperación temporal, con el S&P 500 subiendo un 9,52% y el Nasdaq un 12,16%.
  • Precios al consumidor: En EE.UU., se espera un aumento inmediato en los costos de bienes importados, desde automóviles hasta ropa, afectando especialmente a los hogares de bajos ingresos. A nivel global, la inflación también podría acelerarse.
  • Comercio global: Economistas predicen una reducción del PIB mundial y un estancamiento del comercio internacional, evocando paralelos con la Ley Smoot-Hawley de 1930, que agravó la Gran Depresión.

Perspectivas

Aunque Trump ha dejado abierta la puerta a negociaciones, su postura firme y la retaliación de países como China sugieren que la escalada podría continuar. La tregua de 90 días para algunos aranceles, vigente hasta julio de 2025, ofrece una ventana para el diálogo, pero la exclusión de China y las tensiones con aliados tradicionales como la UE complican las perspectivas de una resolución rápida. Analistas temen que, sin un cambio de rumbo, esta guerra comercial podría desencadenar una recesión global, alterando las cadenas de suministro y el orden económico establecido desde la posguerra.

En resumen, la actual guerra de aranceles, liderada por las políticas de Trump, está redefiniendo las relaciones comerciales globales, con consecuencias económicas y geopolíticas profundas que aún están por desarrollarse completamente.

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