La historia del narcotráfico en México.

La historia del narcotráfico en México es un fenómeno complejo que abarca más de un siglo y está profundamente entrelazado con factores sociales, económicos, políticos y globales. A continuación, te ofrezco un resumen claro y estructurado de su evolución:

Orígenes (Finales del siglo XIX – Principios del siglo XX) El narcotráfico en México tiene sus raíces a finales del siglo XIX, cuando inmigrantes chinos llegaron a Sinaloa y trajeron consigo el cultivo de la amapola, utilizada para producir opio. Este comercio inicial era pequeño y estaba dirigido principalmente a satisfacer la demanda local y de comunidades chinas en Estados Unidos. Sin embargo, la prohibición de drogas en EE.UU., con leyes como la Harrison Narcotics Tax Act de 1914, impulsó un mercado ilegal que México comenzó a abastecer. Durante la Revolución Mexicana (1910-1920), el consumo de marihuana también se popularizó entre soldados y campesinos, sentando las bases para su comercio.

Consolidación (1920s – 1970s)En las décadas de 1920 y 1930, el tráfico de opio y marihuana creció, especialmente en el «Triángulo Dorado» (Sinaloa, Chihuahua y Durango). Durante la Segunda Guerra Mundial, se dice que hubo un supuesto acuerdo informal entre México y EE.UU. para producir opio con fines médicos, aunque no hay evidencia documental clara de esto. En los años 50 y 60, México se consolidó como proveedor clave de marihuana y heroína para el mercado estadounidense, aprovechando la cercanía geográfica y la corrupción institucional. Figuras como Pedro Avilés Pérez comenzaron a organizar redes más estructuradas.

El punto de inflexión llegó en los 1970s con la Operación Cóndor (1975-1978), un esfuerzo conjunto entre México y EE.UU. para erradicar cultivos en Sinaloa mediante fumigaciones aéreas. Aunque destruyó plantíos, desplazó a los narcotraficantes a otras regiones y fortaleció su organización. En esta época, Miguel Ángel Félix Gallardo emergió como líder del Cártel de Guadalajara, el primer gran cártel mexicano, que monopolizó el tráfico de marihuana y heroína.

Auge y fragmentación (1980s – 1990s) En los 1980s, el narcotráfico dio un salto con la llegada de la cocaína, impulsada por la demanda de EE.UU. y el declive de las rutas caribeñas controladas por cárteles colombianos. El Cártel de Guadalajara se alió con el Cártel de Medellín para transportar cocaína a través de México, lo que generó enormes ganancias. Sin embargo, el asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en 1985, ordenado por Rafael Caro Quintero, marcó un antes y un después. La presión de EE.UU. llevó a la captura de Félix Gallardo en 1989, lo que fragmentó su organización en varios cárteles: Sinaloa, Tijuana, Juárez y el Golfo.

Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), los cárteles se fortalecieron gracias a la corrupción y al Tratado de Libre Comercio (NAFTA), que facilitó el trasiego de drogas. Figuras como Amado Carrillo Fuentes («El Señor de los Cielos») del Cártel de Juárez y Joaquín «El Chapo» Guzmán del Cártel de Sinaloa comenzaron a destacar.

Guerra contra el narco (2000s – 2010s) En 2006, el presidente Felipe Calderón declaró una «guerra contra el narcotráfico», desplegando al ejército para combatir a los cárteles. Esto desencadenó una ola de violencia sin precedentes, con más de 150,000 muertos y decenas de miles de desaparecidos entre 2006 y 2012. Los cárteles se diversificaron (metanfetaminas, extorsión, secuestro) y se fragmentaron aún más, dando lugar a grupos como Los Zetas (exmilitares desertores) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La captura de «El Chapo» Guzmán en 2016 y su extradición en 2017 debilitaron al Cártel de Sinaloa, pero fortalecieron al CJNG, liderado por Nemesio «El Mencho» Oseguera.

Actualidad (2020s) Desde 2018, bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se anunció el fin de la «guerra contra el narco», priorizando una estrategia de «abrazos, no balazos». Sin embargo, la violencia persiste, con cárteles como el CJNG y Sinaloa disputando territorios. La producción de fentanilo, una droga sintética letal, ha incrementado la presión de EE.UU. sobre México. En 2025, el narcotráfico sigue siendo un problema estructural, alimentado por la corrupción, la pobreza y la demanda externa.

Factores clave:

Corrupción: Desde los 1940s, hay evidencias de complicidad entre autoridades y narcos (ejemplo: Arturo Durazo en los 1980s, Genaro García Luna en los 2000s).

Demanda de EE.UU.: El mercado estadounidense ha sido el principal motor del narcotráfico mexicano.

Evolución: De un comercio local de opio y marihuana a una industria global de cocaína, metanfetaminas y fentanilo.

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