Desde el primer día de mi administración, mi prioridad ha sido acercar el bienestar a las familias de todo el estado, sin distingos ni exclusiones.
El bienestar que proporciona la seguridad de transitar con tranquilidad por nuestro estado; el tener alimento que llevar a la mesa; el bienestar que genera la construcción de infraestructura largamente anhelada, que resuelve necesidades básicas; el contar con servicios de salud de calidad, aún en las comunidades más remotas; el bienestar que proporcionan escuelas dignas y el bienestar de saber que cuentan con un gobierno que escucha y atiende las necesidades sociales.
Al iniciar la segunda mitad de mi gestión, refrendo ese compromiso, en el que, además, redoblaré esfuerzos.
En 3 años, las y los nayaritas nos hemos demostrado a nosotros mismos que somos capaces de hacer posible lo imposible y, en los años por venir, vamos a convencernos también de que, juntas y juntos, somos invencibles.